¿Son las drogas ilegales tan adictivas como se dice?

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«La droga» ese ente del que tanto se oye hablar pero que es imposible ver, estamos acostumbrados a escuchar «si te metes en la droga no sales», «la droga mata», «un amigo/familiar/lo que sea se metió en la droga y salió para el otro mundo», «una vez pruebas una droga vas subiendo hasta otra más fuerte» y un largo etcetera. Pero, qué hay de realidad en todo ello, ¿son las drogas ilegales tan adictivas como se dice?

¿Drogas ilegales muy adictivas?

Hay muchos estudios sobre el tema, tantos que es imposible dar una opinión fundada con ellos, por lo cual vamos a centrarnos en una experiencia real de un prestigioso científico, Carl Hart, profesor asociado de la Universidad de Columbia en las materia de Psicología y Psiquiatría, aunque Carl realmente es conocido por sus investigaciones y descubrimientos sobre el uso y el abuso en la drogas.

Carl nació en el seno de una familia humilde en Miami (USA), creció en uno de los barrios más marginales de la ciudad, rodeado de consumo de drogas y crimen, además en su juventud sufrió los últimos años de racismo exacerbado, de hecho fue retenido por la seguridad privada más de una vez en sus primeros años de docencia en la Universidad, solo por el hecho de ser negro.

A pesar de este oscuro panorama, este muchacho alto y bien parecido pronto comprendió que su vida iba a ser muy complicada a no ser que se esforzase mucho, y así lo hizo. En su adolescencia comenzó a practicar deporte, pues sabía que era la vía mejor asfaltada para un joven negro de clase baja que quería ser alguien en la vida. Pronto dejó las juergas nocturnas y el sexo para centrarse en el deporte y los estudios, pues aunque se lo pasaba muy bien, la pérdida de rendimiento que tenía al día siguiente no lo compensaba.

Gracias a ello consiguió hacer una carrera deportiva y académica de éxito, con la suerte de encontrarse en su camino a mentores y entrenadores que confiaron en él. Pero no vamos a hacer un resumen de la vida de esta persona, lo dejamos aquí como introducción y vamos a centrarnos en su trabajo. Este neurocientífico llegado un momento escribe un libro que, aparte de ser un viaje autobiográfico sobre su mortificada vida de negro en un barrio deprimido de Miami, está lleno de información novedosa y de gran interés, resultado de sus investigaciones en el laboratorio, con usuarios de drogas, en este caso especial, humanos, y no ratones como suele ser habitual.

Su libro «High price», publicado en 2013, comienza con una historia que lo deja a uno al borde de la incredulidad. Dentro de sus investigaciones con consumidores de drogas, un día Carl le ofreció a un adicto al crack escoger entre una dosis o cinco dólares. El muchacho prefirió los cinco dólares. ¿Y cómo es posible esa elección si, según todo lo que se sabía hasta el momento el crack es una droga que produce adicción inmediata desde el instante en que se la fuma? Pues resulta que no es así y que entre el 80 y 90% de quienes la prueban no se vuelven adictos. Una cifra que es, concretamente, la inversa a la que se suele publicar en los medios y que es refutada en parte por investigaciones en ratones.

Entonces, ¿es mentira que las drogas ilegales son adictivas?

Es un tema complejo, puesto que habitualmente cada persona es un mundo, pero vamos a ver como Carl nos sorprende con sus investigaciones. Hart dirige un laboratorio para sus estudios donde se suministran dosis diarias de crack (fumado), cocaína (aspirada) y metanfetaminas, que precisamente son las tres sustancias que más fama tienen de adictivas hasta el extremo, junto con la heroína. Todas estas pruebas están en constantes condiciones controladas, y solamente entran a ser sujetos de estudio aquellas personas que tienen un perfecto estado de salud y que son usuarios de las drogas y no tienen deseo de dejarlas.

Dentro de este estudio vigilado se cuenta con un grupo de médicos y enfermeras, lo cuales están supervisando los signos vitales 24 horas al día, además las tomas son a ciegas, esto quiere decir que todas las tomas son administradas y recibidas sin ningún conocimiento por las dos partes. Los usuarios que quieran participar en el estudio deben permanecer en el hospital durante 3 semanas. Durante ese tiempo son expuestos a tomar decisiones periódicamente, por ejemplo, un día de crack o una pequeña compensación económica o de otro tipo. Según cuenta Hart en su libro, los resultados son fascinantes y desmontan, con datos reales y pruebas con humanos, la idea de que quien entra al mundo de las drogas ya no tiene salida. Además Carl afirma que nunca ha visto a alguno de los participantes gritando o rodando por el piso en busca de más droga. Aquí él señala que, al igual que sucede con los ratones, un entorno seguro y sosegado hace la gran diferencia.

¿Cómo funciona esa «gran diferencia»?

De la siguiente manera, si los consumidores están en unas condiciones hostiles se ven abocados a un número desbordante de problemas, que los someten a situaciones de estrés donde es  imposible el raciocinio.  Mientras que si los consumidores están en una situación segura, con sus necesidades cubiertas, el control de las sustancias es mucho más sencillo y la fuerza de la adicción se debilita de manera muy significativa.

Por ello, las políticas de reducción de riesgos en cuanto al consumo de drogas son tan importantes, porque no es «la droga» la que mata, si no que es el entorno el que define cómo va a ser la experiencia, y por ende, el desenlace de la vida de un consumidor de drogas ilegales.

Desde Experiencia Natural abogamos por la legalización de todas las drogas, brindando a los consumidores la ocasión de poder obtener y consumir lo que quieran en entornos controlados y seguros, desmitificando y descriminalizando todo este embrollo al que nos someten los medios de comunicación.

Portugal ha cumplido más de 10 años desde la despenalización de todas las drogas, en una política considerada de manera generalizada en el mundo como muy exitosa. En cuanto a la marihuana, numerosos estados de USA han legalizado totalmente su uso, mientras que Uruguay ha legalizado todos sus usos y ha sentado las bases de la industria de la marihuana legal.

Queda mucho camino por recorrer, pero caminando todos juntos la senda de la veracidad, estamos seguros de llegar a buen camino. Tanto si eres usuario de drogas ilegales como no, nos gustaría saber tu opinión en forma de un comentario, gracias!

Os dejamos con una charla de Carl Hart para Google, en inglés y un enlace a un podcast donde puedes ampliar más la información sobre este tema.

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2 comentarios en «¿Son las drogas ilegales tan adictivas como se dice?»

  1. Elena Ivanova Responder

    Los estudios hechos en USA para mi no merecen ningun credito teniendo en cuenta que sus «cientificos» estan en servico de poders economicos y politicos lo mismo tiene estudios sobre los cultivos geneticamente modificados y de la carne clonada que dicen que estos inventos son muy buenos para la humanidad … . de estos «cientificos » y de sus univesidades coruptas no me fio nada ! Por otro lado he sido y soy cousumidora de drogas ..algunas de las citadas las conosco de serca .y hablo desde mi propia experiencia y de lo que he observado ..SI el entorno influye mucho… mas estres mas ansiedad mas peligro para conseguir mas deseo para consumir .mas ignorancia sobre como cuando y que consumes mas facil puedes caer en dependencia piscologica y en algunas sustancias tambien fisica ..EDUCACION INFORMACION .son imprecindibles por supuesto LEGALIZACION control sobe la calida ..aun mas importante
    Intentar que el consumo se dirige hacia drogas de origen natural ..no la quimica ..reducir la glotoneria al consumo que se responsable ..Desde luego lo que tenemos ahora es una politica criminal que crea enfermos y presos, mafia abogados corruptos y medicos malos ..

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